viernes, 11 de abril de 2008

Segundo ejercicio, taller de cuento

Enunciado:
Está sentada contra una pared que tiene un toma corriente blanco que no ha sido usado nunca.



Tafíl


2:43am
Tú no eres capas de entenderme, de aceptarme, de cuidarme.
Tú crees que valgo menos, que mi opinión no importa, que sólo digo incoherencias. Que equivocado estás, mírate bien, vete bien en este espejo, eres algo triste que te apoyas en mi debilidad para convertirte en ¿qué? ¿Quién coño crees que eres?
Crees que te sales con la tuya gran carajo, ¿qué vas a decir? ¿ qué vas a alegar? Cómo sales de este entuerto, cómo aclaras que no fuiste tú, que fui yo la que decidió terminar con esta historia, que falta poco, que pronto todo va a terminar. ¿Cómo vas a manejar la culpa? La tuya , la verdadera y la que te van a endosar los demás o es que tu cinismo llega a protegerte hasta de tu propia culpa.
Quita esa cara por favor, no la soporto, no estoy dispuesta a contemplarla, pareces un cuadrito de museo de bellas artes, un Michelena o un Tovar y Tovar, cuál es el drama, qué es lo que te preocupa a estás alturas o tú crees que yo me como ese cuento. Tu cara no es suficiente, con eso a mi no me convences, me hiciste la vida imposible, lograste colocar al mundo contra mi y ni un hijo, un puto hijo pudiste darme. Hoy a mis 29, años claro, aunque en realidad parecen cicatrices. Cada uno de estos años es una cicatriz que me ha tocado cerrar, suturar con hilo grueso, muy grueso, soy una cicatriz. Contigo no existe la cicatrización limpia, bonita. Parezco un macheteado de Ruanda.
Continúo porque no vale la pena distraernos, no sin que antes escuches lo que ya te he dicho y te volveré a decir hoy por última vez. Hoy a mis 29 años, te dejo el espacio libre, mi espacio, para todas tus bajezas, mezquindades, noches interminables de bisexualidad ambigua porque ya ni sé qué es lo que eres. Te imagino hasta con un chivo de carretera detrás de un cardón acostado por el viento y por tu agenda particular que tiende a inclinarse por todo lo que no debería ser.
Pero que vas a saber tú de lo que debería ser, sólo entiendes el debe y el haber del yo. Siempre alguien está en deuda contigo, tú nunca debes. Sólo pides, recibes, desechas, eres un asco. Me da lastima haber estado cerca. No eso no es verdad. No me puede dar lástima, es un problema de vocabulario, no consigo la palabra. No me puede dar lástima haber estado cerca de ti desde los 17, no es lástima. Es algo que se encargó de secarme, de minimizarme, de alterar mi escala. Soy más pequeña que el resto. Hoy quizás te haga feliz, hoy no voy estar



7:03am

-¿Dónde está?
-Allí, está sentada contra una pared
Camina sin saber qué esperar, con ganas de no reconocer al niño en el retén, de escoger uno más bonito.
-¿Y ese tomacorriente? el blanco
-No se preocupe, no ha sido usado nunca. No tiene electricidad.

No hay comentarios.: